viernes, 27 de mayo de 2011

La eterna instrumentalización política del Valle de Jinámar


Hace algunos días el todavía alcalde de Telde y eterno candidato de Nueva Canarias, Aureliano Santiago, vaticinaba, tras una reunión con colectivos de Jinámar, “buenas perspectivas futuras” para el barrio si su partido está en el próximo gobierno que salga de las elecciones locales del 22 de mayo.

Si esto lo hubiera dicho un recién llegado a la política, tales declaraciones tendría algún viso de veracidad, pero que lo diga alguien que lleva 30 años gobernando Telde, indica que ya ha superado todo sentido del ridículo y cualquier cosa le vale con tal de arañar unos votos para jubilarse en la poltrona.

El candidato de NC no ha sido un hombre que se haya prodigado por las calles de Jinámar, solo se ha acordado de este barrio cuando cualquier noticia sacaba su nombre del cajón del olvido, como cuando salió el reportaje del programa “Callejeros” que, como saben, reflejaba las situaciones de marginalidad de distintas zonas de España. En ese momento puso el grito en el cielo para obtener cobertura mediática, que es una de las cosas que más le gustan. Después, de nuevo el olvido.

Ahora, cómo no, Jinámar vuelve a estar en la hoja de ruta electoral de Aureliano Santiago, solo que esta vez tiene mucho miedo, tanto miedo que busca alianzas hasta con el diablo con tal de arañar unos votos, sabedor de que no cuenta con el respaldo de los teldenses, antes bien, su figura política genera un profundo rechazo en una mayoría de la ciudadanía.

No es casual que esto ocurra, las artimañas de este político profesional son bien conocidas por aquellos que han pactado con él. Si no, que le pregunten por la experiencia a los socialistas de Telde, que han terminado divididos y sumidos en el descrédito más lamentable ante la ciudadanía, tras el pacto con Nueva Canarias en el mandato que ahora acaba.

Le va la vida (política claro, aunque también económica) a Aureliano en el Valle de Jinámar, no en vano es uno de los enclaves poblacionales más importantes de Canarias, que sin embargo ha sufrido de forma secular el olvido y el desprecio más absoluto del todavía alcalde durante décadas, tantas como lleva Aureliano Santiago al frente del Ayuntamiento. Ahora toca de nuevo a la puerta de sus vecinos, porque necesita sus votos, pero que no se engañe nadie, la gente de Jinámar le importa muy poco al candidato insularista.

Los informes sociales de la realidad del Valle de Jinámar son preocupantes, y en el Partido Popular tenemos muy claro que es necesario trabajar todos juntos y de forma coordinada con todas las instituciones para ofrecer soluciones reales a la problemática de los vecinos de Jinámar. Y la mejor solución, ahora mismo, es no volver a creer en Nueva Canarias, porque su líder con distintas siglas nunca ha hecho los deberes y por una cuestión de amor propio los vecinos de Jinámar deben esta vez optar por el apoyo sin fisuras al Partido Popular, a su candidata a la Alcaldía Mari Carmen Castellano, una mujer sensible y comprometida con los temas sociales, con un programa y unos proyectos realizables en los que confiar.

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